Para leer:
“Que suba a tu presencia mi plegaria como una ofrenda de incienso; que hacia ti se eleven mis manos como un sacrificio vespertino”. Salmo 141.2
Para pensar:
“Si estás mucho ocupado que no tienes tiempo para orar, entonces estás más ocupado do que Dios esperaba que estuvieses”. Dwight C. Moody – pastor, escritor y evangelista
Para tu meditación:
La ofrenda de incienso debería ser presentada dos veces al día: por la mañana y por la tarde como una oración de intercesión del sacerdote por todo el pueblo (ver Éxodo 30.1-10). El salmista también presenta delante de Dios su plegaria como una ofrenda de incienso.
Los dos ejemplos revelan actitudes de personas que diariamente oraban a Dios con regularidad. No como una costumbre formal, sino como una demonstración de una constante comunión con Dios.
No tener tiempo para orar puede significar que estamos demasiadamente ocupados con las actividades humanas y materiales, mucho más do que esperaba Dios que estuviésemos.
El tiempo que tenemos debe ser bien administrado. Somos mayordomos de nuestro tiempo. Si la oración es algo prioritario en nuestras vidas, entonces tendremos tiempo para orar con regularidad y cualidad.